Estaba en primero de secundaria cuando escuché a Radiohead. Fue algo absolutamente casual porque para entonces rara vez me ponía al tanto de los hits del momento, ni sabía de Creep (y no me perdía de mucho a decir verdad). Recuerdo que un día visitando a un cabrón que al principio era buena onda y terminó siendo un culero de primera, en un arranque de no sé que, estando en su casa, me embolsé un disco que tenía en la sala. Una de esas recopilaciones con lo que en ese entonces sonaba. Era un pinche cedé que pasaba en su arrebatada selección de las Spice Girls a los susodichos cabezas con su Paranoid Android.
Cuando lo puse la primera vez en casa, para completar la fechoría prendí uno de los primeros cigarrillos de mi historial tóxico y subí todo el volumen porque la casa estaba libre... Cuando empezó la rola del androide paranoide, clarito sentí como se me erizaban los pelitos de la nuca y en el clímax de la rola, no podía creer que semejante caos pudiese ser tan chingón... lo recuerdo casí como mi primera chaqueta. Después el disco solo entraba al reproductor para hacer sonar ese track... A todo volumen cada vez que la ocasión lo permitiese.
Ya un poco mas peludo, me enredé con el Kid A y despues me enganché inmediatamente con el Amnesiac, que humildemente me acompañó en los primeros bajones emocionales densos... Recuerdo que se lo regalé a una exnovia antes de tronar, como augurio triste del porvenir de la relación en ese momento.
Años después, ese mismo disco se lo chingué (robé, hurté, agencié, ganancié, apañé) a un cuate como ajuste de cuentas por los kilos de compactos que jamás me regresó... Y fué raro, porque ya teniendolo, se lo obsequié a otro compa como ofrenda de gratitud y aprecio. Supongo que la balanza tenía que equilibrarse.
Estando acá en Buenos Aires, se me hizo ver a Radiohead en la unica fecha que programaron... ¡y fue una locura! 30,000 monos gritones (porque los argentinos en masa son ruidosos) en un espacio apenas apto para tanta gente. No sé como diablos alcancé a colarme hasta adelante, cosa absolutamente necesaria porque la población de acá es mas alta que la media de México (y yo apenitas libro la media, mido 1.70) y no me dejaban ver nada.
Alcancé a llegar a unos metros del escenario en donde los mismísimos hicieron lo suyo, de ahí en fuera lo único que opacaba el disfrute eran los movimientos de ese desquiciado mar humano y uno que otro cabrón que cantaba a todo pulmón en algo que no era inglés sino sonidos raros y desentonados.
Aún así y a pesar de todo, lo disfruté muchísimo, y Kraftwerk que abrió, se lució con su viaje proto-tecno... Muy suave el ver a los alemanes antes del caos. También tuve suerte de ir acompañado de unos batos muy alivianados. Al salir cenamos una pizza comunal en una banqueta oscura mientras intercambiábamos impresiones de lo que en general llegamos a considerar de lo mejor que habíamos presenciado.
Esa noche, llegué a casa y mi playera de Bob Marley y los Wailers mostraba los signos de la batalla... prendí un porro y me recosté con una gran sonrisa.
Al otro día, sin previo aviso en el trabajo (se hicieron reservaciones con otros nombres) llegaron al restaurante donde en ese momento trabajaba los cinco de Oxford. Todos cenaron rissotto de hongos y acompañaron con agua mineral.
No me puedo quejar, este primer año de estancia en la capital no me ha tratado nada mal.
> > Radiohead en vivo desde el Club Ciudad (256 Kbps)
Fecha: marzo del 2009
Tamaño : 244 Mb
Password: gonzo_1221
4 comentarios:
Suertudote =p
Que crónica !!!
Se ve que te fue bien; cabrón !!!
güey escucha a deformica son argentinos, su disco se llama h
Excelente ver a esos 5 tipos en vivo, a mi me tocó en el Foro Sol de la Ciudad de México, pero lo tuyo fue simplemente orgásmico.
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Saludos!
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