como arbitrarios sonidos cargados de intenciones que no nos importan,
pareciera que no basta ser una nube pasajera
albergando la vaga esperanza de locura redentora.
Y es que aveces somos una emoción profuga de nosotros mismos
que solo ansía como arboles secos con brotes verdes
renovarse
para recibir el próximo sol
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario